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12. El vínculo de Chávez con Latinoamérica se vio reforzado
con
su presencia en diversos países como director huésped de
orquestas
sinfónicas locales. El primer país que Chávez
visitó fue Perú,
[48] concretando en 1941 un viaje
gestado
desde dos años antes a través de los buenos oficios
del
embajador de México en Lima, Moisés Sáenz, quien le consiguió
una
invitación del gobierno peruano para dirigir la Orquesta
Sinfónica
Nacional que había fundado Theo Buchwald en 1938;
[49] la prensa peruana dio cumplida cuenta del
triunfo de la
Chacona, de Buxtehude-Chávez; del Huapango,
de José Pablo
Moncayo; y de El sombrero de tres picos, de
Manuel de Falla,
entre las obras dirigidas por Chávez en Lima. [50] En 1948,
después de haber
visitado varias veces La Habana, pudo por
fin dirigir la Orquesta
Sinfónica de esa ciudad y en 1950
estuvo en Buenos Aires para dirigir la
Orquesta Sinfónica del
Estado; [51] en 1954 condujo la Orquesta Sinfónica de
Venezuela en el
marco del Primer Concurso y Festival
Latinoamericano de Música, donde
además obtuvo el Premio Caro
de Boesi con su Tercera
sinfonía; [52] en 1956 subió al
escenario del Teatro Colón de Buenos Aires para dirigir a la
Orquesta
Sinfónica Nacional incluyendo el Movimiento
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sinfónico, de Roberto García Morillo, [53]
y su Tercera
sinfonía que luego premió la crítica
como "la obra más
importante de un compositor no argentino";
[54] en 1957
regresó a Caracas para
el Segundo Concurso y Festival
Latinoamericano de Música, con el
auspicio de la Institución
José Angel Lamas, [55]
donde formó parte del jurado y condujo
tres
conciertos con obras de Blas Galindo, del cubano Julián
Orbón, del
brasileño Camargo Guarnieri, del peruano Enrique
Iturriaga y la Segunda sinfonía en un movimiento del panameño
Roque Cordero, que
abrió nuevas perspectivas al uso de la
dodecafonía en la música de
nuestro continente. [56] Ese
mismo año realizó una gira por Sudamérica [57] dirigiendo en
Lima, Montevideo (dentro del II Festival
de Música
Latinoamericana del SODRE, en el cual incluyó las Tres
versiones sinfónicas de Julián Orbón), Buenos Aires, donde
su
Sinfonía número 4 recibió el premio a la "obra más
importante
de compositor americano viviente (no argentino), estrenada en
Buenos
Aires", [58] y
Bogotá.
Tras un intervalo de cinco años volvió a Sudamérica, esta
vez a
Brasil y a Colombia; en 1963 fue invitado al Festival
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