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y efímeros.
Reaparece por última vez el tema inaugural: aquél que se anunciara
festivo y triunfal en un inicio, y al cual, de acuerdo a las convenciones
del género correspondería encabezar la conclusión celebratoria del
movimiento, agoniza ahora. Su armonía se torna ambigua, su textura
instrumental se adelgaza, su volumen sonoro disminuye. Finalmente
se disipa por completo y la promesa de
reafirmación nacionalista, acaso el retrato de la vida cotidiana en la isla michoacana o
alguna evocación similar, queda incumplida (ej. 4). [13]
[Ej.4:
cc.165-175]
2.3 Collage de tipos expresivos como parodia satírica de
la narratividad. Janitzio, como pastiche de melodías
populares, supondría una suerte de acompañamiento expresivo homogéneo,
encargado de ligar creíblemente estos temas disímiles y de
marcarlos con reverencia. Pero sucede exactamente lo opuesto. Por
ejemplo, cuando reaparece el tema inaugural, cuyo género reconocemos por
el característico acompañamiento de valsecito, éste sufre
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una transformación súbita e inquietante. Ahora se
escucha modalizado [14] por
un sombrío acompañamiento de tono menor y ritmo apremiante. El
cambio repentino de marcación expresiva nos sumerge de golpe en
el género de una narrativa romántica; se anuncia un giro
melodramático, un cambio truculento en la trama: "aquélla [fanfarria] que se
nos presentó ayer como
alegre y jovial, es en realidad otra"; o "el pueblo heroico
e inocente está a punto de ser víctima de una traición" (ej. 5).
[Ej.5: cc.
78-83]
Pero sin razón aparente el ambiente sombrío es abortado
y sustituido por una muestra melosa de otro tipo
expresivo totalmente inesperado: [15] el de una pastoral pirécua michoacana (cc.89 -
108). [16] Este tipo
expresivo -¿evocación de inocencia y virginal pureza del pueblo?-
será a su vez interrumpido -¿saboteado?- por otro,
decididamente satírico (cc. 117 - 119 y cc. 125 - 136). Sin
preparación alguna, esta manifestación de lo satírico es suplantada por la
pintura sonora de lo que parece una balacera (cc. 137 - |
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