|
Janitzio no había sido la obra con la que Revueltas
se presentara al público mexicano. Le precedieron los controvertidos
estrenos de Esquinas y Ventanas. En ambas,
el referente nacional es mínimo, escaso o sumamente abstracto. Las dos
partituras irrumpen con agresividad en el adormilado panorama musical que
precede la fundación de la Orquesta Sinfónica de México (1928). La
aspereza vanguardista de estas obras no fue bien recibida por el
público y las críticas contra su modernismo en la prensa no se
hicieron esperar. Refiriéndose a Cuauhnáhuac, escribía Salomón
Kahan (acaso el portavoz más prominente de los cronistas
conservadores): "...no podemos estar seguros de si no nos pone con su
nueva obra frente a unas 'ventanas' para dejarnos entrever su artificial
coqueteo con la imperante Estridencia...". En cambio, los escasos y
breves elementos reconociblemente "mexicanos" en esas partituras,
fueron entresacados y reivindicados como la expresión más genuina y
rescatable de Revueltas; continúa Kahan: "Cuando Revueltas se
olvida del qué dirán en la 'League of Composers' escribe
música auténtica, que le brota del corazón, y crea entonces obra que,
lejos de expresar caprichos y mezquindades personales,
|
|
revelan a través de su música a la raza con sus alegrías
y dolores." (Kahan: "La más completa ...", 1933). No es de sorprender
que para Kahan (y para el público que con su votación la premió),
Janitzio merece "un lugar de honor en la historia de la música
mexicana. Mientras más oye uno esta formidable presentación de los
contrastes de la vida mexicana, siempre bella, realista y
romántica, más quiere uno oírla." (Kahan: "Un aplauso y una aclaración":
1933). [26]
Queda claro el blanco de las parodias que construye Revueltas, con
las que relativiza lo que convencionalmente era aceptado como
"mexicano, bello, realista y romántico". Esta crítica es articulada en
Ventanas y Esquinas por medio del rechazo o enajenación
de los referentes mexicanistas, ansiosamente esperados por este
oyente. Contrariamente a lo que podría pensarse, los profusos
componentes "populares" de Janitzio no representan una concesión a
este cronista y a sus seguidores entre el público.[27] En mi opinión, se
trata simplemente de un cambio de táctica en la misma lucha "contra la apatía
ancestral y la oscuridad cavernosa de los músicos académicos".
Janitzio es sólo un ejemplo más del "ímpetu |
|