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forma en la que el acorde enlaza las secciones es diferente
cada vez. Aún así, me referiré a él como "el poliacorde" de
ahora en adelante. En su primera aparición, el poliacorde une
la sección de la melodía en Si mixolidio sobre el ostinato en
séptimas, mediante un acorde de novena de La menor, con la
melodía en Do sostenido menor que comienza en el compás 29.
Podemos interpretar esta resolución de la siguiente manera:
el acorde de Do menor asciende cromáticamente a Do sostenido
menor; el acorde de Re aumentado desciende de manera similar
al mismo. En su segunda aparición, el acorde es precedido
inmediatamente por el ostinato Do-Sol en el violonchelo,
notas que permanecen en el poliacorde y que continúan al
principio de la sección en la que el material inicial
regresa. También el Fa sostenido del violín permanece como la
nota más aguda del poliacorde. Finalmente, el poliacorde
reaparece como el penúltimo de la pieza, modificando de
manera cromática las notas inmediatas anteriores: el Si al
Do, el Re al Mi bemol, el Re bemol al Re natural, mientras
que el Fa sostenido permanece. Entonces se transforma en el
verdadero final al ascender la mayoría de sus notas en
terceras y cuartas a un poliacorde también formado por el
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equivalente a cuatro segundas mayores y una menor, que
podemos interpretar como un acorde de Mi mayor combinado con
uno de Fa sostenido menor. Esto va de acuerdo con la lógica
armónica de Música de feria, ya que el tercer grado de
cada
uno de estos acordes concuerda con los centros tonales
principales de Sol sostenido, como en el principio que se
reexpone, y La, como en la parte intermedia, Lento. De esta
manera, Revueltas se vale de un "señuelo armónico" plantado
en los lugares en los que normalmente debería haber acordes
que identificaran claramente la tonalidad de cada sección. La
tonalidad o la modalidad sólo se aclara dentro de cada
sección con la ayuda de la melodía y los ostinatos que la
hacen resaltar o que modifican su sentido interválico
vertical. Esto sucede también al principio de la pieza: la
quinta Do-Sol, característica del poliacorde en cuestión, es
precisamente con la que comienza el cuarteto en la parte del
violonchelo. Revueltas verifica la importancia de la quinta
cuando el motivo se repite en el compás 4, ahora con ambas
notas sostenidas. Evidentemente, el compositor se apega a la
tradición pero a la vez se aleja de ella por medio de este
acorde, pues usa de manera novedosa viejas estructuras,
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