|
Silvestre no menciona el nombre del profesor que lo despojó
de la ilusión de una supuesta originalidad, forzándolo sin
querer a crear un lenguaje musical más individual. Rosaura
estaba convencida de que era el mismísimo Hermano Louis
Gazagne. Recuerda ella:
Siempre soñó con escribir música y desde los catorce años
empezó a hacer sus primeros intentos. Entre los diecisiete y
los dieciocho años escribió su primera obra 'seria' y sobre
esto cuenta él una anécdota que se refiere al desencanto que
sufrió cuando se la mostró al hermano Louis y éste le dijo
que estaba muy bien, pero que veía la influencia de Debussy.
Este nombre de un compositor tan conocido jamás lo había oído
Silvestre. Su desazón fue tan grande que decidió no volver a
escribir jamás.[82]
Si Gazagne se deshizo en elogios al describir sus
experiencias de creación musical con Silvestre, sus recuerdos
de una relación más formal de alumno-maestro son mucho menos
explícitos. En su carta a Rosaura el 20 de abril de 1946 fue
más allá de confesar sus propios defectos como maestro
de
|
|
piano de Silvestre al describir al muchacho como un rebelde
cuya "mente independiente se irritaba bajo cualquier
restricción u oposición," y observar más adelante que "era
notoriamente negligente respecto de sus clases y en su lugar
pasaba el tiempo en el salón de música practicando ejercicios
de violín de [Rudolphe] Kreutzer [1776-1831] o, como de
costumbre, combinando sonidos en el piano."[83]
Significativamente, la misma carta describe su aceptación
indiscriminada de trabajos ocasionales en Austin, situación
que se asemeja a lo que podemos inferir a partir de la
correspondencia de Silvestre desde la Ciudad de México. Como
Gazagne revela a Rosaura: "Incluso en Austin, siempre pensé
que la gente se aprovechaba de su bondad. La gente quería que
tocara para ellos, le pedían conciertos, pero muy pocos le
ofrecían una remuneración financiera, ni siquiera lo
necesario para el transporte."[84] Esto nos da una mejor idea
de lo que José Revueltas pudo haber considerado tan
perturbador en cuanto a las actividades de su hijo en la
Ciudad de México. Del mismo modo nos aclara la posible razón
por la que Silvestre había sido orillado a defenderse,
en
|
|