sonoras de los conjuntos populares (Bartók,
Villa-Lobos,
Revueltas), no hacen otra cosa que extender la base de
su
"folklorismo" a factores musicales, desatendidos
anteriormente; no
pretenden jamás reproducir lo popular tal
como es, sino
estilizarlo.
[20]No es
del todo transparente si Mayer-Serra está consciente
de las citas
contenidas en la música de Revueltas -la
descripción de los "corridos
originales de Revueltas" podría
indicar lo contrario (ver nota
16)- pero algunos de estos
temas musicales, como los de
Troka,
son bastante obvios.
Ciertamente, a Mayer-Serra no le interesa
enfatizar este
punto o entrar en una justificación; por otro lado, la
manera
como Revueltas utiliza el material folklórico no
contradice
el modelo defendido por el musicólogo. Empero, no deja de
ser
asombrosa la manera tan elemental y tenaz con la que los
musicólogos
mexicanos se harán de oídos sordos a las citas
incluidas en este
repertorio, como si esto demostrara
incompetencia o "retraso" en el
desarrollo de Revueltas. Sin
lugar a dudas, y a pesar de los
problemas intrínsecos del
libro, la tan apreciada originalidad aparece
mejor tratada en
Mayer-Serra que en muchas discusiones posteriores de
la