temperamento
musical espontáneo pintoresco del pueblo
mexicano, el jolgorio
de mercados, calles y
carpas se acerca
más a la posición de
Revueltas. Ese
melancólico humor tan
característicamente
mexicano..."
[15]
Sin citar la fuente a lo largo de su texto Velazco reitera,
uno por
uno y casi con los mismos términos, todos los
argumentos de
Mayer-Serra, incluso repitiendo la fórmula
"Galindo es al
son lo
que Revueltas es al corrido" y
encadenando esta analogía al tema de
la originalidad, tal y
como lo hace Mayer-Serrra.
[16] Sin embargo, más allá de
la
desvergonzada paráfrasis, su intervención revela el
deterioro
sufrido por los argumentos en el transcurso de cuarenta años.
Mientras
que Mayer-Serra se preocupa por enfatizar la
destreza no
improvisada de la orquestación de Revueltas,
Velazco introduce el tema
aclarando "Su conocimiento, tal vez
intuitivo, de los recursos
orquestales y de las combinaciones
instrumentales, era enorme".
[17] No deja de ser una
triste
ironía, y un lamentable reflejo del estado de la
musicología
mexicana de principios de los ochenta, que Velazco lograse
publicar en
Heterofonía un artículo cuyo comienzo denuncia
el
desconocimiento de la obra y la cantidad de leyendas creadas