estaba prácticamente concluida para entonces.
En efecto, Silvestre
Revueltas firmó el 14 de marzo de 1933
su primera versión de El
renacuajo paseador, y la dedicó a
las dos hijas que para
entonces tenía: Carmen y Natalia.
Según parece, el compositor ya tenía
algún tiempo de haber
recibido la invitación de los Cueto para que
les escribiera
la música de una de sus pantomimas infantiles
próximas al
estreno. La idea de la historia específica provino de
los
titiriteros, quienes, al parecer, conocían una edición del
cuento
de Pombo que había realizado Vanegas Arroyo, y no
disponían de dato
alguno sobre el escritor colombiano; por
ende, siempre se manejó en
los créditos originales de la
pantomima el nombre de don Antonio
como autor, y ese dato
también se le ofreció a Revueltas al
proponerle la música de
este cuento. Como consecuencia de ello, el
compositor también
lo rotuló así en su partitura: "Texto de Vanegas
Arroyo".
Lo que seguía, pues, de manera casi natural, era
la
adaptación de esta música a su producción escénica. Se
conserva una foto,
fechada el 1 ° de agosto de 1933, de una
representación de los Cueto
en la azotea de la citada casa de
Mixcalco; en esta foto, ya
aparece el estandarte de la