Vistos estos datos, cabe la posibilidad de que la grabación
de
El renacuajo se hubiera empleado para acompañar la
producción
escénica de 1933; pero si la compañía Rin - Rin
hubiera conservado un
disco de esta música para usarlo en sus
representaciones, sería
muy extraño que Lago no lo hubiera
mencionado, incluso con orgullo,
entre las exhaustivas
referencias de su libro, las cuales incluyen
una fonografia
de la música usada en todas sus producciones.
[12] Entonces,
era
mucho más raro que ahora tener un disco de música para
una puesta en
escena, y ya vemos cuán especial era tener un
disco de aquéllos, con
los primeros registros de cualquier
obra revueltiana; de hecho, no
hubo grabaciones comerciales
de
El renacuajo paseador hasta
1980 -las cuatro que hoy
existen son de la versión de 1933-; en
cambio, el libreto de
Lago pide, en cierto momento, que se baile una
galopa con la
música de un disco; una galopa que, desde luego, no
procede
de la partitura revueltiana. En consecuencia, a la vista
de
todo lo analizado, podemos casi ratificar que la pantomima
de
Lola Cueto y Roberto Lago nunca se representó con la música
de
Silvestre Revueltas durante toda la vida profesional de la
compañía
Rin-Rin, como lo ha afirmado Mireya Cueto.