música de Silvestre Revueltas"; [7] sin embargo, por una
parte, Lago escribe su libro en 1955, no hay que olvidarlo, a
veinte años de los hechos, y por otra parte, mencionar la
música en la lista de repertorio no es argumento suficiente
para decir que ésta se hubiera usado efectivamente en algún
momento de las representaciones de la pantomima: Lago pudo
haber citado el hecho de que para ella existía una música,
como simple crédito documental. Considérese que, en 1933, la
música de Revueltas podría haberse ejecutado por músicos en
vivo, o bien mediante una grabación, la cual en efecto
existió; el primer caso debe ser descartado, porque los
grupos de guiñol de la SEP nunca contaron con un apoyo
orquestal como el que habría requerido interpretar la
partitura revueltiana. Pero detengámonos un momento en el
segundo caso.

En una carta que Carlos Chávez le escribió a Aaron Copland
en 1933, el mexicano le cuenta lo siguiente: "Te mando un
disco de una pieza de Revueltas que grabamos aquí. Íbamos a
hacer otras cosas, el HP entre ellas, pero desgraciadamente
la casa se quemó y solamente salió el primer disco". [8]

Copland contestó al mes siguiente: "Infortunadamente te tengo
la triste noticia de que el disco de Silvestre que me
mandaste llegó hecho pedazos. ¿Me harás favor de mandarme
otro y esta vez envuelto en forma tal que no pueda romperse?
[9] Al año de estas cartas, en diciembre de 1934 Copland le
escribió a Chávez: "No llegan aún las grabaciones de HP pero
espero ansiosamente recibirlas ahora que tengo un fonógrafo.
Tal vez la próxima temporada daré conferencias, juntamente
con 'conciertos de música grabada' y podré tocar grabaciones
de HP y de Revueltas para el público". [10] De esta respuesta
puede inferirse que Chávez le había repuesto a Copland el
disco revueltiano antes de los otros discos, que eran los
únicos que Copland no tenía y que esperaba para sus
conferencias, es decir, los de la música chaviana; por las
mismas fechas, Chávez envió también un juego de estos últimos
discos a otro colega estadounidense, el compositor Henry
Cowell. [11] Ahora sabemos que estos discos contenían El
renacuajo paseador, porque Revueltas lo hace explícito en una
carta a Copland, de 1937, sobre la cual se hablará más
adelante con detalle.